El cultivo de limoneros es una de las actividades más importante en la economía del noroeste argentino. En especial, para la provincia de Tucumán, donde no se reportó la presencia de la enfermedad más destructiva de los cítricos, el Huanglongbing (HLB).

Ante la preocupación de los citricultores por la inminente llegada del HLB y por la falta de información sobre sus potenciales efectos devastadores, la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (Acnoa), la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) y Fundecitrus -asociación sin fines de lucro de citricultores y de industriales de San Pablo (Brasil)- acordaron en 2017 el desarrollo de un estudio para determinar la influencia de HLB sobre una plantación de limón “Femminello” considerando parámetros de la producción, sintomatología y dinámica de brotación.

Juan Camilo Cifuentes-Arenas, por Juliano Ayres y por Silvio Lopes, de Fundecitrus, presentaron un estudio realizado en una finca comercial localizada en el municipio de Río Claro (San Pablo). El lote seleccionado tiene un área de 9,72 hectáreas y fue plantado con la variedad de limón “Femminello” injertado en citrumelo “Swingle” en diciembre de 2012 con espaciamiento de 2,6 m entre plantas y de 7 m entre líneas (549 plantas/ha).

Para evaluar los efectos en la producción (cantidad y calidad del fruto) fueron seleccionados árboles con diferentes niveles de intensidad de los síntomas de HLB, desde 0% (consideradas Plantas Sanas) hasta 100% de la copa. La dinámica de brotación fue evaluada monitoreando el surgimiento de brotes nuevos en ramos marcados en árboles sanos y enfermos.

Síntomas

En cuanto al progreso de la severidad de los síntomas se estimó que, partiendo de una infección inicial con un 11% de área de la copa con síntomas de HLB, serían necesarios entre 3,5 y 7 años para la manifestación de los síntomas en un 50% y en el 80% de la copa. Estos niveles de síntomas foliares de HLB implicarían una pérdida en la productividad en plantas enfermas comparadas con plantas sanas de alrededor de un 35% a un 53% para limoneros, respectivamente. De los parámetros de calidad del fruto hubo apenas leves alteraciones significativas en el balance de masas (que también variaron con el año de cosecha). Los frutos de plantas enfermas de limón presentaron menor número de semillas, inalterado formato, pero menor peso (4,05% menor en promedio de los 5 años).

En cuanto a los resultados de la biología de Diaphorina citri, los limoneros presentan potencial reproductivo similar a las plantas de mirto, naranjo dulce “Valencia” o lima ácida “Tahití”.

En términos generales se pudo evidenciar que tanto las plantas de limón “Femminello” como de naranjo dulce “Valencia” en edad productiva responden a la infección por Ca. Liberibacter asiaticus con una mayor emisión de brotes nuevos, sin que haya gran variación en el patrón de emisión (momentos de ocurrencia de brotes) a lo largo del año cuando se compara con plantas sanas. Mayor cantidad de brotes en plantas enfermas favorece la presencia de psílidos infectivos y la diseminación de la bacteria para las plantas sanas.

Floración

Respecto de la floración, hubo bastante influencia de la enfermedad en la cantidad acumulada de brotes reproductivos (mayor en las plantas enfermas) y se apreció que, similar a la brotación vegetativa, en algunas épocas esta se adelantó hasta dos meses en plantas con HLB. Sin embargo, el cuajado de frutos fue mucho menor en plantas enfermas cuando se compara con plantas sanas (mayor caída fisiológica de frutitos en plantas con HLB).

Finalmente, resulta necesario resaltar que el adelantamiento de la brotación reproductiva y vegetativa en plantas enfermas, el alto potencial reproductivo de Diaphorina citri y las pérdidas considerables en la producción de frutos, que progresan rápidamente con el tiempo, refuerzan la necesidad de poner en práctica el trípode de manejo que consiste en:

1.- implantación de plantas sanas producidas en ambientes protegidos.

2.- eliminación de las plantas sintomáticas tan pronto y donde quiera que sean detectadas.

3.- control riguroso del psílido vector.

Considerando el alto poder destructivo del HLB, en regiones donde la enfermedad y/o el vector no hayan sido aún introducidos, las acciones preventivas basadas en el entrenamiento del reconocimiento de síntomas y del insecto de todos los actores involucrados en la cadena citrícola, resultan clave para reducir/minimizar los daños futuros.

Fuente: La Gaceta Rural.

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