Las autoridades del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) – delegación Concordia- difundieron el avance en el desarrollo de dos técnicas que, integradas, podrían prevenir casos de la plaga Huanglongbing (HLB) en plantas cítricas.

En Entre Ríos existen alrededor de 1.900 productores citrícolas que cultivan unas 36.400 hectáreas, y comercializan anualmente cerca de 740.000 toneladas. La producción citrícola es considerada el principal motor económico del noreste entrerriano, con más de 25.000 empleos directos, según datos oficiales. En este sentido, el Laboratorio de Protección Vegetal y Biotecnología de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del INTA Concordia y el Instituto de Biotecnología/Instituto de Agrobiotecnología y Biología Molecular (IB-Iabimo) trabajan conjuntamente para la detección precoz del HLB, según una nota el sitio Agritotal.com.

El método actualmente utilizado es la PCR en tiempo real con sonda Taqman, que permite detectar con gran certeza la presencia o ausencia de la bacteria en las muestras de las plantas. “Sin embargo, la distribución de la bacteria en las plantas es despareja, por lo que el resultado dependerá de dónde se tome la muestra y esto genera un gran inconveniente”, indicó Lourdes Burdyn, coordinadora del área frutales y curadora de la colección de citrus y berries de la EEA.
Por eso, elaboraron alternativas analíticas y moleculares para la detección temprana de la enfermedad mediante la transcriptómica y la metabolómica, parte de las nuevas tecnologías “ómicas” (técnicas de laboratorio que permiten el estudio de la totalidad de algo). “La transcriptómica permitirá identificar aquellos genes que la planta expresa en respuesta a la infección con la bacteria y distinguirlos de los que habitualmente se expresan en condiciones de no infección”, apuntó Burdyn junto a Rodrigo Machado, también autor del proyecto.

En tanto, la metabolómica facilitará el estudio de biomarcadores o metabolitos, sustancias que indican un estado biológico y que pueden ser proteínas, azúcares, lípidos, vitaminas, entre otros, que un organismo produce como resultado a una necesidad.

“Su detección y comparación con la información existente, permitiría conocer qué biomarcadores genera la planta frente a la infección con HLB y cuáles no y, de esa manera, identificar patrones asociados a la infección y actualizar las técnicas ya vigentes”, agregaron.

Fuente: La Gaceta Rural.

 

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