Investigadores del Boyce Thompson Institute, el Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA-ARS) y la Universidad de Washington (UW), dirigidos por Michelle Heck, investigaron una fuente distinta de controles biológicos para el HLB: neuropéptidos encontrados en el insecto que porta la bacteria que causa la enfermedad.

La enfermedad del greening de los cítricos, también conocida como Huanglongbing (HLB), es una infección bacteriana que afecta a los árboles cítricos, los cuales producen frutos pequeños, deformes y ácidos que no son aptos para el consumo, y finalmente mata al árbol. Debido a que no hay cura, el HLB es una amenaza importante para la citricultura de Florida, valorada en 10.000 millones de dólares y donde se detectó por primera vez en 2005, y para el sector de California, donde apareció el año pasado y donde la citricultura tiene un valor de 7.000 millones de dólares

La causa principal es que los psílidos asiáticos de los cítricos (Diaphorina citri) infectan los cítricos con la bacteria Candidatus liberibacter asiaticus (CLas) alimentándose de sus hojas y tallos.

Laura Fleites, una investigadora asociada del USDA, del grupo de Heck en BTI, se ha enfocado en los neuropéptidos porque funcionan como hormonas en los insectos hemípteros, incluyendo psílidos, áfidos, moscas blancas, insectos protectores y otras especies que son plagas de cultivos, para regular el crecimiento, el desarrollo y otras funciones biológicas. Además, otros estudios han demostrado que los análogos de los neuropéptidos derivados de insectos matan a los áfidos de los guisantes, y se han desarrollado insecticidas basados en la familia de neuropéptidos Kinin.

«Si pudiéramos desarrollar un insecticida específico para los psílidos asiáticos de los cítricos basado en uno de los neuropéptidos del insecto, podríamos proteger a los árboles del insecto que propaga el CLas», concluye Heck. «La enfermedad del greening de los cítricos está devastando nuestra citricultura y necesitamos desarrollar nuevas formas de control que puedan emplear nuestros citricultores».

Fuente: Freshplaza.

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